A las mujeres nos gusta vernos bien. Esto es un hecho. Aunque para ello no nos quede otro remedio que acudir al salón de belleza cada cierto tiempo; comprar caros y numerosos productos, etc.
El problema es que todo ello requiere una buena inversión económica, pero ¿qué ocurre si estamos a fin de mes o simplemente no tenemos dinero?